Debido a la aparición del COVID-19 en el mundo, los retrasos en los procesos logísticos se convirtieron en una pesadilla para el sector de importación y exportación.
Como consecuencia de la escasez de trabajadores, las restricciones, la contingencia y el confinamiento, cientos de contenedores se mantuvieron varados generando un incremento del 12% en los recargos por detención y demora.
De acuerdo con información exclusiva, obtenida por Mundo Marítimo, dichas tarifas han tenido un alza de 12% en el año 2022, comparadas con los valores reportados antes del inicio de la pandemia por COVID-19.
Según el reporte anual de Benchmark de Container XChange, al cual tuvo acceso el medio mencionado, cinco de los puertos con los recargos de detención y demora más elevados están en Estados Unidos.
Congestión portuaria
El informe expone que la situación de paralización, debido a la pandemia, afectó a todo el sector. Los contenedores atrapados, esperando movilización y retrasando la cadena de suministro se convirtieron en el escenario común.
Por ende, en los puertos más congestionados el ‘’tiempo libre’’ se redujo y los recargos de demora se aplicaron ‘’antes y a un costo más alto’’.
Así pues, estos ajustes se generaron sobre la marcha y aceleraron los recargos por demora y detención. Esto, en medio de la nueva realidad que también incluye al sector marítimo y comercio internacional.