Una colisión entre dos buques activó las alarmas en la industria marítima sobre los riesgos latentes en el Estrecho de Ormuz. Radares de navegación como Marine Traffic reseñaron el incendio de los petroleros Front Eagle, de bandera liberiana y Adalynn Aframax, con bandera de Antigua y Barbuda.

El incendio llevó a tomar medidas inmediatas para extinguir las llamas en la cubierta del VLCC Front Eagle, y poner a salvo a toda la tripulación. El Frontline, gestionado por Anglo-Eastern, declaró que está monitoreando de cerca la situación y cooperando plenamente con las autoridades competentes.

Sobre el Adalynn, la Guardia Costera Nacional de Emiratos Árabes Unidos (EAU) informó haber rescatado a 24 miembros de la tripulación y se sospecha que sufrió importantes daños estructurales.

Buques en riesgo por conflicto Irán–Israel

Aunque es muy pronto para determinar las causas del incidente, se desestima que sean producto de la escalada del conflicto bélico entre Irán e Israel.

Los recientes ataques en Teherán y Tel Aviv han puesto en el ojo del huracán esta conexión marítima por donde transita aproximadamente un tercio del gas licuado mundial y el 20% del petróleo diario, unos 20 millones de barriles.

Horas antes del siniestro, la Oficina de Operaciones Comerciales Marítimas del Reino Unido (UKMTO) advertía sobre múltiples informes de interferencia electrónica en sistemas de navegación GPS en las aguas del Golfo Pérsico.

Tomar desvíos para evitar Ormuz representa más que alzas en los costos operativos. La necesidad de elegir rutas alternas plantean un reto para las navieras y operadores logísticos, que deben considerar los riesgos que implica esto para asegurar la continuidad operativa.

Las rutas utilizadas por los portacontenedores para movilizar carga comercial entre Asia, Oriente Medio y Europa son las más vulnerables, en especial aquellas que dependen de embarques desde puertos del Golfo Pérsico como Jebel Ali, Bandar Abbas o Dammam por su alta dependencia al flujo marítimo que pasa por Ormuz.

Si el tránsito se restringe o se encarecen las pólizas de seguro por considerarse zona de guerra, muchas navieras podrían reducir recaladas o desviar sus buques por rutas más largas, como el Cabo de Buena Esperanza. Esto aumenta el tiempo de tránsito hasta en 12 días, incrementa los costos operativos y reduce la frecuencia de los servicios.

¿Qué tipos de carga son más vulnerables en esta zona?

1. Petróleo crudo y derivados – La carga estrella de la región, sensible a interrupciones menores.
2. Gas licuado (LNG) – Altamente expuestos ante amenazas a embarcaciones especializadas.
3. Contenedores – Afectados por desviaciones de ruta, aumento de fletes y demoras.
4. Vehículos y carga frigorífica – Sujeta a daños por tiempo de tránsito extendido.
5. Carga general y materiales químicos – Sensibles a condiciones operativas y primas por riesgo de guerra.

Más del 30 % del comercio marítimo mundial pasa por el estrecho de Ormuz y zonas adyacentes. Si tu negocio depende de rutas cercanas a Oriente Medio, es momento de solicitar una evaluación de exposición al riesgo con nuestros especialistas.

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